Tener nuestro propio jardín es una actividad muy divertida, que
puede ser parte de nuestras vidas en cualquier momento. Los beneficios de tener
un jardín son muchos, y a medida que vamos avanzando nos preguntamos, ¿por qué
no habíamos empezado antes?
No se necesita un patio muy grande para comenzar, podemos cuidar
nuestras plantas en un pequeño apartamento, o una pequeña área.
A veces pasamos tanto tiempo cuidando de nuestras plantas, que no
nos percatamos el ejercicio que estamos haciendo, levantar, cavar, se necesita
mucha actividad física; además, sirve bastante para despejar la mente en un
bonito pasatiempo.
Un jardín es un lugar para sacar provecho de nuestra creatividad,
decidir qué plantas vamos a utilizar, qué arreglos vamos hacer cómo lo vamos a
acomodar o a decorar, se requiere de innovación. Pasamos tiempo investigando
sobre productos, abonos, plantas, entre otras cosas, y sin darnos cuenta,
también estamos estimulando nuestra mente.
Las personas hoy en día se encuentran con más estrés y dolores de
cabeza, trabajar en nuestro jardín nos relaja, estamos en contacto con la
naturaleza, pasamos el tiempo haciendo lo que disfrutamos nos rejuvenece y nos
hace felices, los colores, las formas y los olores, calman nuestra mente.
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